¿Qué es el Tai-Chi?

Derivado de las artes marciales, el tai-chi es una disciplina corporal que forma parte de los ejercicios energéticos de la medicina tradicional china.

En esta ficha conocerás más información sobre esta práctica, sus principios, su historia, sus beneficios, quién le enseña, cómo se desarrolla una sesión y cuáles son las principales contraindicaciones.

El Tai-chi es una gimnasia energética global que consiste en realizar un conjunto de movimientos continuos y circulares realizados de forma lenta y precisa en un orden preestablecido.

Historia del Tai Chi

A lo largo de los siglos, la sociedad china ha desarrollado una fuerte tradición marcial, el tai-chi era originariamente una técnica de lucha transmitida oralmente, de maestro a estudiante, en el mayor secretismo dentro de las familias campesinas.

Su origen sigue siendo difícil de determinar, sin embargo, varios autores atribuyen a Zhang Sanfeng, un monje chino que vivió en el siglo XVI (o tal vez en el siglo XII), la creación de las 13 posturas básicas del taichi.

Se habría inspirado en una pelea entre un pájaro y una serpiente para diseñar las secuencias.

La serpiente habría triunfado gracias a su lentitud, su flexibilidad y sus movimientos redondeados que tenían poca influencia en su oponente.

Con los años, la técnica del tai-chi se ha simplificado y suavizado mucho, aunque algunos maestros han seguido impartiendo nociones marciales tradicionales (por ejemplo, conocimiento de puntos vitales mortales).

En 1976, cuando las universidades reabrieron en China, el taichi se convirtió en una disciplina accesible a las masas y se enseñaba en los programas universitarios de educación física.

Ha perdido en gran parte su componente energético (trabajo Qi).

Hoy en día, millones de chinos practican tai chi a diario, especialmente las personas mayores, pero muchos lo hacen por razones de desarrollo interior que van mucho más allá del entrenamiento físico, fue introducido en Norteamérica a principios de los años setenta.

¿Arte marcial o sistema de relajación?

Esta gimnasia energética global se presenta en muchos estilos: algunas escuelas se centran en el autoconocimiento a través de un enfoque interior mientras otras promueven técnicas de combate.

Sin embargo, la mayoría de las escuelas han abandonado su intención marcial a favor de desarrollar la flexibilidad y el despertar del Qi.

Para entender bien qué es el tai-chi, debes saber qué forma, con Qi Gong, una de las 5 ramas de la Medicina Tradicional China (MTC).

Las otras 4 ramas son la acupuntura, la dietética china, la farmacopea china (herboristería) y el masaje Tui Na.

Por tanto, es necesario abordar el tai-chi en el contexto más amplio de la ATC que se presenta en la hoja del mismo nombre.

Los principios iniciales

En el taichi, aprender a frenar es esencial. De hecho, es la extrema lentitud de ejecución la que permite detectar bloqueos y sentir la corriente de energía.

Además, la conciencia de la transferencia lenta y precisa del peso del cuerpo de una pierna a la otra y el juego alternativo de brazos y piernas encarnan perfectamente el pensamiento chino basado en el equilibrio dinámico de fuerzas.

De Yin y Yang, esta práctica también pone énfasis en la respiración, que debe ser lenta, profunda y regular. A medida que avanza la práctica, el individuo deberá coordinar su respiración con la ejecución de los movimientos.

Siempre practicado en la postura vertical, el número de movimientos en una secuencia completa varía de 24 a 48, llegando hasta 108, que corresponde a la forma original de tai-chi.

Durante las secuencias, son las manos las que guían a los movimientos y las que captan y dirigen la energía para que el cuerpo encuentre su apoyo en el Tan Tien, el centro de gravedad situado un poco por debajo del ombligo.

La esencia del taichi es la búsqueda del equilibrio de los dos polos energéticos, el Yin, de la tierra, y el Yang, del cielo.

tai-chi aspectos positivos

Muchos estudios informan de los beneficios de la práctica del taichi para diversas enfermedades, sin embargo, a menudo se encuentra con que los estudios no tienen consistencia, un número insuficiente de participantes y varias deficiencias metodológicas.

Reducir el riesgo de caídas y mejorar el equilibrio en las personas mayores

En una revisión sistemática publicada en 2009, los autores concluyeron que el tai chi puede reducir las caídas o el riesgo de caer en personas mayores de 60 años, tienes una enfermedad o apego que limita tus actividades diarias).

También mencionan que, para ser efectivo, es fundamental que se practique el taichi con regularidad, además de reducir el riesgo de caídas, el tai-chi aumentaría la velocidad de andar, mejoraría el equilibrio y daría más confianza durante el movimiento.

Ayuda a controlar la presión arterial alta y reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares

Dos revisiones sistemáticas de pacientes con hipertensión informaron de una disminución significativa de la presión arterial en personas que practican taichi.

Estos resultados sugieren que el taichi puede ayudar a reducir la incidencia de ciertas enfermedades cardiovasculares, como el ictus y la insuficiencia cardíaca crónica.

Otra revisión evaluó específicamente el efecto del taichi en pacientes con enfermedad cardiovascular.

Los resultados de tres estudios clínicos realizados en 208 pacientes con enfermedad coronaria o insuficiencia cardíaca mostraron una mejora de la calidad de vida, una reducción de la presión arterial sistólica y diastólica y un aumento de la capacidad de ejercicio de estos pacientes.

Mejorar las habilidades funcionales de las mujeres que han superado el cáncer de mama

En una revisión sistemática que incluye 3 estudios, los resultados revelaron que el taichi no aportaba más beneficios que andar, apoyo psicológico o cuidados estándares, en la calidad de vida de estas mujeres.

Por otro lado, uno de ellos tuvo efectos beneficiosos sobre la autoestima en relación al soporte psicológico.

Mejorar el sueño de las personas mayores

En 2004, un estudio clínico comparó el efecto del tai-chi con las técnicas de relajación (estiramientos y control de la respiración) sobre la calidad del sueño.

Los participantes del grupo de tai chi informaron de una disminución del tiempo que tardó en dormirse (en promedio 18 minutos), un aumento de la duración del sueño (en promedio 48 minutos), así como una reducción de los períodos de somnolencia diurna.

Mejorar la capacidad aeróbica

Los resultados de un metaanálisis indican que las personas que practican regularmente el taichi desarrollan una mejor capacidad aeróbica (la cantidad máxima de oxígeno que el cuerpo puede absorber del aire y consumir).

Se observaron mejoras cuando se practicó el tai-chi durante un período de tiempo más largo. También parece que las personas que son inicialmente sedentarias se benefician más del taichi que las personas que ya son activas.

Pero esto no es todo, otros estudios han demostrado que el taichi también promovería la salud mental y mejoraría el bienestar psicológico, mejoraría la capacidad pulmonar, reduciría ciertos síntomas de la artritis reumatoide, aliviaría la artrosis de la rodilla y mejoraría la amplitud de movimiento de las articulaciones de los miembros inferiores.

Además, los resultados de otros estudios sugieren que el tai-chi puede ayudar a controlar la presión arterial alta en las personas mayores, reducir la osteoporosis, reducir los síntomas de la fibromialgia, ayudar a controlar la diabetes, ayudar a reducir los síntomas de la enfermedad de Parkinson y ayudarle con la diabetes.

Control del peso en mujeres obesas, sin embargo, se necesitan más estudios para asegurarse de la eficacia del tai-chi en estas condiciones.

Taichi en la práctica

Los especialistas de Tai Chi practican en centros especializados, centros comunitarios, clubs deportivos, YMCA o centros de ocio.

Cursos de una sola sesión

Las clases de tai-chi se imparten de forma individual o en grupo, normalmente de forma semanal, por lo general, un curso tiene una duración de poco más de 1 hora y se desarrolla en tres fases.

Empieza con ejercicios de calentamiento y estiramientos durante unos veinte minutos.

Entonces, el profesor puede integrar elementos de Qi Gong para reequilibrar la postura corporal y canalizar su energía.

El resto de la sesión consistirá en aprender movimientos de tai-chi y realizarlos lentamente en orden.

Mientras que las dos primeras fases se producen de forma más individual, la última fase puede producirse en grupos reducidos.

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